Rainer Werner Fassbinder
OBRA FÍLMicA
mujeres en nueva york
Mujeres en Nueva York (Frauen in New York, 1977)
Dirección y guión: Rainer Werner Fassbinder, según la novela de Oskar Maria Graf Fotografía: Michael Ballhaus (Color, 16 mm, 1.33:1) Montaje: Ila von Hasperg, Juliane Lorenz (y Rainer Werner Fassbinder en la versión para salas de cine) Música: Peer Raben Dirección artística: Kurt Raab, Nico Kehrhan Sonido: Reinhard Glogge Producción: Bavaria Ateliar GmbH, para ZDF Coste: 1800000 millones de marcos Duración del rodaje: 40 días (octubre-diciembre 1976) Duración: 200 minutos (primer episodio: 104 minutos; segundo episodio: 96 minutos). Versión de 112 minutos para salas de cine Fecha de estreno: 31-7-1977, en ZDF, ambos episodios. Versión para salas de cine: 10-6-1983
Intérpretes: Kurt Raab (Bolwieser), Elissabeth Trissenaar (Hanni), Bernhard Helfrich (Frank Merkl, el carnicero y posadero), Udo Kier (Schafftaler, el peluquero), Volker Spengler (Mangst, el secretario), Armin Meier (Scherber, el aspirante), Karl-Heinz von Hassel (Windegger), Gusti Kreissl (la señora Lederer), Peter Kern (Treuberger), Gottfried John (Finkelberger), Gerhard Zwerenz (el barquero), Sonja Neudorfer (la casera), Monika Teuber (Mariele), Lilo Pempeit (señora Käser)...
Bayreuth, Baviera, años veinte. Xaver Bolwieser, jefe de estación, se casa con Hanni, una mujer muy atractiva y vital que lo domina por completo. Insatisfecha, tiene una aventura con Merkl, antiguo compañero de escuela que ahora regenta la carnicería del lugar. Todo el pueblo sabe de su infidelidad excepto Bolwieser que, desesperado una vez comienzan a circular los rumores, se dedica a defender el honor de su mujer hasta que, aconsejado por Hanni y el propio Merkl, los acaba denunciando por calumnias, llegando incluso a mentir ante un tribunal en relación a una noche en la que ella no se encontraba en casa. Bolwieser gana el pleito, se convierte en una especie de perrito de su mujer, aunque se emborracha y también la maltrata. Mientras tanto, Hanni abandona a Merkl por Schafftaler, el peluquero, y Merkl se venga denunciando a Bolwieser por perjurio, siendo condenado a cuatro años de cárcel. En ese transcurso, Hanni pide el divorcio. Cuando Bolwieser sale de la prisión, se refugia en la casa de un barquero.
Además de planificar la obra en doce planos-secuencia, el maestro no se contentó con filmar simplemente el diálogo, sino que logró crear una serie de composiciones en las que a menudo el decorado ejercía una función dramática subrayada por la posición de las actrices. Así, en algunas ocasiones, las mujeres aparecen filmadas a través de una pecera o de las persianas de una ventana, como si respectivamente fueran peces que nadan encerrados entre paredes de cristal o de pájaros enjaulados. Otras veces, en mitad de sus eternos parloteos, la posición del encuadre las sitúa entre plantas gigantes y no podemos evitar imaginarlas como cotorras de un zoo. En cualquier caso, y gracias a su fuerte estilización, el espectador tiene en todo momento la sensación de ver a una una serie de mujeres atrapadas en una tela de araña (la vacua artificialidad de su mundo) que pueden cambiar su posición en la misma, pero que no tienen la más mínima intención de liberarse de ella.
Por último, Fassbinder da rienda suelta a unas actrices en estado de gracia, principalmente en las escenas cómicas (del todo inusuales en el director), histéricamente exageradas, logrando una sensible y cínica descripción sobre mujeres que son menos títeres en un juego de hombres que en su propio juego para cazarlos, que creen que, en definitiva, pueden encontrar una vida plena, real, si se aferran a una identidad artificial determinada por sus relaciones con los hombres.